El caso Luis Miguel y Gastón
Dos personas diferentes que tuvieron que afrontar la misma situación de defensa con muertos de por medio, La justicia y Sociedad Peruana los llevaron por dos caminos diferentes, uno se convirtió en héroe y ejemplo y el otro fue recluido en la cárcel conjuntamente con uno de sus agresores. (Algo difícil de entender, si es que hubiera algo que entender)
Ambos tenían licencia para portar armas, situación obligada ahora en nuestro medio por la inseguridad que cada día es más grande debido a la ineficiencia Policial por no contar con los recursos necesarios y lógicamente la falta de leyes apropiadas como también la falta de coordinación entre los responsables de manejar nuestra seguridad.
La pregunta acá seria porque las diferencias y definitivamente es muy simple:
Uno era de buena posición y el otro no, lo que sí tuvieron en común fue una descripción detallada de cada uno de ellos , sus fotos, direcciones, familiares, trabajos y demás información divulgada por parte de la prensa irresponsable y negativa para una sociedad que quiere surgir que en resumen es toda a nivel nacional.
El derecho a la defensa propia en Perú, después de producirse el acto en si, tiene que enfrentar a dos situaciones más de riesgo y estas son:
La Primera : Una retardada prensa mediática, que informa dando todos los datos necesarios sobre las personas que tuvieron que defenderse , exponiéndolos con esa situación al conocimiento público y en especial de los familiares de los delincuentes, total con tal de despertar el morbo de una población a la cual considera ignorante en su mayoría pero misma que es su gran mercado , todo vale.
Lógicamente que acá no cuentan los escrúpulos ni el razonamiento necesario para proteger los intereses de las victimas, el asunto real es vender, vender y vender.
Señores de la prensa en general, ustedes no están contribuyendo con el desarrollo y crecimiento de nuestro país de la forma como se están dirigiendo, hagan su labor , eduquen , culturicen , den valores y enseñen ética.
La Segunda: Jueces corruptos y sin criterio , con un actuar dudoso a tal punto que su desarrollo laboral prácticamente los hacen sentir en la colectividad como el delincuente más avezado, con la diferencia que este individuo (a), es la Ley y tiene oficina, la cual lógicamente, pagamos todos nosotros.
Estos dos casos mencionados acá, el de Luis Miguel y el de Gastón son el ejemplo de nuestra realidad, lamentablemente.
Mg. Dante Arboccó Quesada
Asesor Empresarial
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